La
solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante
de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno para que
todos seamos realmente responsables de todos.
Juan Pablo II
La modernidad es un constante intercambio de acciones y situaciones entre las
personas a un paso acelerado y sin mediaciones de ningún tipo. Se ha
prescindido de la amabilidad, el desapego y el compartir con tanta frecuencia
que las creemos rarezas cuando ocurren. Que haya entonces un gesto como “Santa en
las calles”, refleja el compromiso de muchos por acentuar el carácter
humano en la sociedad.
Alejado de la imagen comercial del bonachón anciano que entra a la casa por la
chimenea, y fundamentado en la sencilla, así como, transcendental
motivación de ayudar al prójimo, “Santa en las calles” es un
movimiento privado sin fines de lucro, que no posee asociación con
aspectos políticos o religiosos. Nació de la inspiración de un grupo de amigos,
un 10 de diciembre del 2006, en Caracas. Diez personas se reunieron para
poner en marcha la idea. Desde aquel entonces, el movimiento ha ido creciendo,
haciéndose más organizado y estableciendo como objetivo principal apoyar a los
más necesitados, en situación de calle, a través de la dotación de bienes,
de carácter no monetario, paquetes con artículos personales y alimenticios,
básico para su subsistencia. La puntual aspiración es ayudar preservando siempre
la dignidad de las personas beneficiadas.
Toda buena idea se multiplica, y en la ciudad de Cumaná desde el año 2008
un grupo de personas decidió activar “Santa en las calles”, para
ayudar durante el mes de diciembre a la mayor cantidad de personas
desasistidas. El efecto, hasta ahora, ha sido el indicado: hombres, mujeres y
niños dedicándose a la entrega y al compromiso de ayudar a sus iguales,
apartando todo sentimiento de exclusión. Incluso, el movimiento desde el 2011
quiso crecer hacia Carúpano, Cumanacoa y a otras localidades del estado Sucre.
“Santa en las calles” ha logrado beneficiar a un grupo considerable
de personas en La Primogénita. Y sigue creciendo el número de colaboradores y
beneficiados. Actuando organizadamente, con objetivos claros y determinados,
conjugando el espíritu de entrega con la alegría y la responsabilidad como
ciudadanos en pro de una mejor calidad de vida. Los cumaneses debemos conocer este
tipo de acciones. Es el primer paso. Como sociedad, alcanzamos la plena
identidad a través del compromiso por mejorar el mundo, para los nuestros y
para los otros. Que puede ser a través de la iniciativa individual o colectiva,
por medio de esta y muchas otras iniciativas, anteriores y que vendrán.
Definitivamente, algo que debe continuar para cambiarle la faz a esta
vertiginosa modernidad.
Por Álinson Pino
Coordinador Editorial de Educarte es Arte